1.21.2004

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Energía oscura y su expansión, descubrimiento científico del 2003
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Madrid, (EFE).- A comienzos del 2003, la sonda WMAP determinó que el Universo nació hace 13.700 millones de años como resultado del Big Bang y que está dominado por la energía oscura, algo que confirmaron meses después los telescopios del SDSS, un descubrimiento que Science considera como el más importante de 2003.

La Sonda Anisotrópica de Microondas Wilkinson (WMAP) y los telescopios del Sloan Digital Sky Survey (SDSS) convergieron en el mismo hallazgo: el universo está constituido por una rara materia oscura dominada por la energía oscura, que es la que acelera su expansión, es decir, la constatación de la teoría formulada por Albert Einstein.

Ese es el descubrimiento que encabeza este año el "top ten" de la lista que elabora la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia (AAAS) y que publica hoy en su revista, Science.

Durante años, los cosmólogos han intentado confirmar la hipótesis de un universo oscuro en tensión con la fuerza de la gravedad.

Cuando el WMAP ofreció las imágenes más detalladas que se han obtenido nunca de la radiación cosmológica, que corresponden a la luz emitida por el universo durante los primeros instantes de su existencia, las dudas se disiparon.

Tras analizar las características de esa luz, los investigadores concluyeron que la materia ordinaria no es más que el 4 por ciento del universo.

La materia oscura, formada por partículas desconocidas todavía, constituye el 23 por ciento y el resto, es decir, el 73 por ciento, es energía oscura.

El equipo que trabaja con los telescopios del SDSS, que cartografía un cuarto del cielo, explicó en octubre cómo 250.000 galaxias residen en el centro de gigantescas concentraciones de materia oscura que además pueden ser 50 veces más grandes que la propia galaxia.

Los otros nueve descubrimientos, que ya no están clasificados por orden de importancia, están relacionados con la salud, el medio ambiente y la física.

En el ámbito de las ciencias de la salud, Science ha seleccionado la identificación de los genes específicos asociados a un riesgo de enfermedades mentales como la esquizofrenia o la depresión.

En ese área están también la explicación de cómo pequeñas moléculas de ARN (ácido ribonucleico) influyen en el comportamiento celular; el mapa de la actividad de las moléculas individuales en el interior de las células; la generación espontánea de células de esperma en ovarios con células madre embrionarias de ratón; la secuencia completa del cromosoma Y; y los resultados de un medicamento en terapia anticancerosa.

El impacto del cambio climático dejó de ser este año un concepto abstracto al conocerse detallados estudios sobre el efecto en glaciares, la baja de la productividad vegetal y las modificaciones del comportamiento de los animales y los vegetales.

Los astrónomos profundizaron también en la comprensión de las explosiones más energéticas del universo: unos estallidos enormes de energía en forma de rayos gamma.

Y por último, "aunque no lo último", la confirmación después de dos años de debates de que ciertos materiales de alta energía pueden desviar la luz y otras radiaciones electromagnéticas en la "dirección equivocada", lo que han denominado "materiales zurdos", cierra la lista de este año de Science. EFE

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