2.17.2004

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10:57

Científicos descubren la hormona de las relaciones duraderas

Londres, (EFE).- Investigadores escoceses podrían haber acabado con los misteriosos designios del amor al descubrir que la capacidad del ser humano para mantener una relación depende de una hormona denominada oxitocina.

Una investigación de las universidades escocesas de Edimburgo y Saint Andrews, analizó las razones por las que las personas mantenemos o no una pareja.

La responsable de los vínculos afectivos es la hormona oxitocina, causante de los lazos que se crean entre una madre y su bebé recién nacido, y que influye de la misma forma en la unión entre dos amantes.

Los expertos aseguran que la producción de esta hormona está relacionada con la capacidad para conservar una pareja durante un largo período de tiempo, por lo que, a aquellas personas que la tengan en menor cantidad, les será más difícil mantener una relación larga.

La oxitocina modifica millones de "circuitos" en el cerebro, por lo que cambian la percepción e intereses de la persona.

Otro descubrimiento de estos científicos es que el olor que desprendemos es tan importante como el atractivo físico a la hora de escoger a una pareja estable.

"Como las relaciones duraderas requieren un mayor grado de compromiso, las personas nos aseguramos de que toda la información disponible se adecúe a lo que buscamos", comentó Elisabeth Cornwell, del departamento de Psicología de la Universidad de Saint Andrews.

"Al parecer -añadió-, cuando se busca una relación estable es más importante la concordancia entre el olor y el físico que cuando se quiere una esporádica".

Las feromonas y el aspecto físico son importantes tanto para hombres como mujeres. EFE

Cáncer, infarto y tabaco: trío letal
Por Ricardo Goncebat

Con el actual sistema de vida occidental se producirán cada vez más cánceres ligados al envejecimiento y los tumores más preponderantes serán los de pulmón, mama, colon, próstata y páncreas. El triángulo: cáncer, infarto y tabaco será el mayor depredador de las próximas décadas.

En el siglo XXI los progresos médicos serán espectaculares gracias a las nuevas técnicas de la genética, la clonación y otras biotecnologías. No obstante, los expertos advierten que no se puede bajar la guardia, porque se prevé un severo impacto de los tres grandes asesinos que más reducen la duración y la calidad de vida de las personas en el planeta: el cáncer, los males coronarios y el tabaquismo.

Mientras que ahora las primeras causas de enfermedad son las enfermedades cardiovasculares (ECVs), el ictus cerebral y el cáncer de pulmón, la Organización Mundial de la Salud (OMS) adelanta que en el 2020 la lista de amenazas para la salud la encabezarán las ECVs, seguidas de la depresión, los accidentes de tráfico, el ictus y la enfermedad obstructiva crónica.

Para entonces, el sida se situará entre las diez primeras enfermedades más extendidas, según los expertos de la OMS.

Una de las tendencias más alarmantes del primer tercio del siglo que acaba de comenzar, es el ascenso del tabaquismo, que cada año ocasiona la muerte de 3,5 millones de personas y se relaciona con una veintena de enfermedades, desde los cánceres de pulmón, boca y esófago, hasta las enfermedades que afectan los vasos sanguíneos del cerebro y el corazón, o las patologías respiratorias como la neumonía o la bronquitis crónica.